El patrimonio dolménico existente en la comarca de Los Pedroches constituye uno de los vestigios arqueológicos e históricos más abundante de este territorio. Las primeras noticias que se tienen de ellos se refieren a la zona oriental, y son aportadas por el Ayudante de Montes, D. Ángel Riesgo Ordoñez, enviado a realizar trabajos a Villanueva de Córdoba en el año 1919; gracias a lo cual, sin proponérselo, localizó 29 estructuras. El mismo Ángel Riesgo, realizará la excavación de 25 de ellas, recogiendo todos los hallazgos en un Diario de Campo (1921-1935). A partir de entonces, comenzaron a publicarse distintos trabajos relacionados con estos dólmenes y que tendrán como autores, investigadores tan destacados como Manuel Aulló (1925) o el matrimonio Leisner (1943).
Entre todos los dólmenes documentados podríamos resaltar el Torno I. Se trata de una estructura con cámara rectangular y un pequeño pasillo, situada sobre un túmulo realizado al efecto, y que presenta como peculiaridad la existencia de una pintura en rojo en uno de los ortoestatos de la cámara funeraria. Todavía hoy día no tenemos conocimiento de qué se representa exactamente, aunque las distintas teorías apuntan a que podría tratarse de una deidad.
También interesante para destacarlo es el dolmen del Rongil, otra estructura de cámara poligonal y con pasillo, que en este caso se encuentra rodeada de gran cantidad de cuarzo lechoso blanco.
En la década de 1990, se producirá un antes y un después en el conocimiento del patrimonio dolménico de la comarca, gracias al descubrimiento del tholos Minguillo IV. Este se encontraba prácticamente intacto y de él se extrajo un magnífico ajuar (compuesto por puntas de flecha, láminas, cuentas de collar, cerámica, etc.), estudiado en profundidad por el profesor de la Universidad de Córdoba J.C. Martín de la Cruz y S. Gutiérrez Escobar (2006).
A partir de entonces y de la mano de Silverio Gutiérrez Escobar, se inicia la labor de documentar el patrimonio dolménico que ya había hallado previamente Ángel Riesgo, y de esta forma se documentaron nuevas estructuras. Así, contamos con el siguiente recuento: Villanueva de Córdoba (52 estructuras), Pozoblanco (21 estructuras), Pedroche (4 estructuras), Conquista (9 estructuras), Cardeña (15 estructuras)
A todo ello, hay que añadir otros monumentos megalíticos documentados como los menhires, por ejemplo, aquel situado en la zona conocida de los Frailes, y en cuyas cercanías aparecen tres dólmenes, conocidos como Frailes I, Frailes II y Frailes III, todos de cámara poligonal y corredor sobre túmulos con anillo perilítico.
Y no debemos olvidar hacer mención de los atalayones, como el Atalayón de Navalmilano, en el cual no encontramos estructura funeraria pero que sin duda en su día sí que se encontraba allí.
Como queda demostrado, son muchas las estructuras existentes de patrimonio megalítico y dolménico en Los Pedroches, gran parte de las cuales se encuentran en mal estado de conservación, algo que debe atacarse con ingentes labores de conservación que nos permitan poder transmitir a generaciones futuras unos importantes bienes patrimoniales que son reflejo del paso de las primeras sociedades por la comarca de Los Pedroches.
Para todos aquellos que estén interesados en conocer más sobre este patrimonio, pueden consultar la siguiente bibliografía: Aullo (1925); Carbonell (1927, 1928, 1945, 1947, 1949, 1951, 1955); Riesgo (1934, 1936); Leisner (1943); Ocaña (1967); Cabrero (1985); L. A. Lopera (1993); Vaquerizo (1994), López (1995); Marfil (1997); Vera Rodríguez y Martín de la Cruz (2001, 2002), Vera Rodríguez (2004); Martín de la Cruz y Gutiérrez Escobar (2006); Vera Rodríguez, Martínez Fernández y Gutiérrez Escobar (2007-2008); Gutiérrez (2007, 2008, 2009, 2010, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016); Martín de la Cruz (2011).