Hacia el 1800 a.C. ya se observan cambios evolutivos con respecto a la anterior etapa cultural del Calcolítico (Edad del Cobre) por efecto del uso de los metales y el cambio del modelo en la fabricación cerámica.

Definiéndose con ello el Bronce Inicial Andaluz que se desarrolló a lo largo de tres centurias, (1800 – 1500 a. C.) recibiendo fuertes influjos de la Cultura Argárica (Almería) dándose desde su primer momento la aparición de la cerámica campaniforme con decoraciones incisas y el trabajo metalúrgico de cobres arsenicados; no como aleación binaria intencionada; (cobre 94 % y arsénico 6%) sino que los cobres del Norte del Guadalquivir tienen un alto contenido en arsénico que hacen que la aleación cobre – arsénico sea innecesaria; con el resultado de que una vez trabajado por los metalúrgicos estos cobres alcanzan mayor ductilidad y dureza, por lo que fueron muy solicitados por “broncistas” andaluces y manchegos, del que fabricarán un variado repertorio metálico consistente en puntas de flecha (palmela), hachas planas, puñales de lengüeta, escoplos, etc.

También trabajan el oro y la plata que serán usados para elementos de ornamentación al que sólo tenían acceso los individuos de prestigio social y /o político a religioso.

Las gentes del Bronce Inicial, no sólo basaron su trabajo en la metalurgia también en la agricultura, que fue primordial para su desarrollo. Sembraron granos y leguminosas llegando a producir excedentes que serán redistribuidos a través de las rutas de comercialización del metal. El instrumental agrícola continuó siendo de piedra y más que probable combinado con útiles de madera, apuntándose la posibilidad del uso del arado y la tracción animal (caballos y bueyes) y el sacrificio de animales jóvenes para el consumo humano: cabra, oveja, cerdo.

La práctica de la caza tuvo una cierta importancia en la dieta alimenticia, como demuestran las excavaciones arqueológicas que documentan el hallazgo de fragmentos óseos de ciervo y jabalí mezclados con otros restos alimenticios.

Las casas del Bronce Inicial se construyeron en terrazas escalonadas situadas en las laderas de los cerros con fuerte pendiente, en las que construirán muros de contención situando sus viviendas en ellos, construidas con zócalos y el alzado de piedra o tapiales de adobe, siendo sus muros rectilíneos que soportarán las techumbres de entramado vegetal cubiertos de barro y compartimentados en varios espacios donde tenían lugar las distintas actividades laborales; como telares, molienda, cocina, cerámica, etc.

En la religiosidad de esta primera etapa del Bronce no se conocen manifestaciones físicas de ídolos o iconos, sólo se manifiesta el mundo de ultratumba vinculado a la vida familiar donde ya los cadáveres eran inhumados en el interior de la casa, construyendo la tumba según su clase social o poder adquisitivo que podría ser en Cista, en Fosa o en Pithos (Tinaja)