La comarca de Los Pedroches es uno de los paisajes naturales más singulares de la comunidad autónoma andaluza. Está situada al norte de la provincia de Córdoba y limita con Extremadura y Castilla la Mancha.

Sus 17 municipios se extienden a lo largo de 3600 km cuadrados, por una llanura suavemente ondulada, que forma parte de Sierra Morena, que marca la división entre las cuencas de los ríos Guadiana y Guadalquivir.

La comarca de Los Pedroches se caracteriza por ser eminentemente una llanura ligeramente ondulada e inclinada hacia el oeste, con altitudes que oscilan entre los 600 y 700 metros sobre el nivel del mar. Esta oscilación marca la existencia de dos subcomarcas topográficas con distintos aprovechamientos agropecuarios, consecuencia de los diferentes tipos de suelos y niveles de precipitación existentes.

La encina (Quercus ilex rotundifolia) es la especie arbórea dominante de la comarca de Los Pedroches, y aparece en asociación con otras especies arbustivas que se benefician del microclima creado a la sombra de los estratos superiores.

La encina suele estar acompañada de quejigos (Quercus faginea lam), alcornoques (Quercus suber L) y algunos ejemplares de roble (Quercus pyrenaica wild), que encuentran aquí la zona más meridional de la Península Ibérica donde habitar. Este estrato arbóreo ha sido uno de los principales generadores de riqueza, pues no sólo produce madera, carbón y bellotas, sino que permite el desarrollo de un paisaje agrario de dehesa y el aprovechamiento ganadero del pastizal, el principal recurso alimenticio de la ganadería extensiva.

En un nivel inferior, y protegidos del sol por las copas de los árboles, encontramos los estratos arbustivo y herbáceo, compuestos por el lentisco, coscoja, brezo, cistus o genistas entre otros. Ambos estratos sirven de alimento a cabras, ovejas, vacas y cerdos.

La dehesa mezcla diversos tipos de hábitats: bosques, pastizales, matorrales, cultivos y humedales, íntimamente relacionados entre sí, creando zonas de transición que facilitan la convivencia de las especies y favorecen la existencia de otras específicas. Su biodiversidad sólo es comparable con áreas selváticas tropicales.

En la dehesa pueden observarse hasta 300 especies de aves, de las cuales una quinta parte nidifica en este ecosistema. Existen más de 35 especies de mamíferos y unas 20 de reptiles, anfibios y peces, además de decenas de miles de invertebrados.

Fuente.- Centro de Interpretación de la Dehesa

Fotos.- Bea Cartán